El drama de Ñuñoa
Palabras al Alcalde, dirigidas durante la Audiencia Pública por la Unión Comunal de Juntas de Vecinos.
Señor Alcalde. Señoras Concejalas. Señores Concejales. Vecinos de Ñuñoa.
La Unión Comunal de Juntas de Vecinos ha venido escuchando las diferentes consideraciones de nuestros vecinos sobre el Plan Regulador de Ñuñoa desde hace largo tiempo. Es así que ha llegado a un acuerdo unánime que deseamos resumir en el breve espacio de tiempo disponible.
Durante las últimas décadas Santiago se ha ido “comiendo” terrenos agrícolas y precordilleranos y los montes de nuestro entorno no tienen casi árboles. Los ñuñoínos vivimos en un valle encerrado que impide una adecuada ventilación y que nos tiene asfixiados por la contaminación de su aire. El tránsito de las comunas vecinas y ocasionales avalanchas de agua y lodo son un precio duro de pagar.
Las políticas de Vivienda para el Gran Santiago han ido por el lado de crear zonas de expansión urbana y densificar, lo que favorece el aumento explosivo de la población. Todo esto entregado exclusivamente al mercado.
Las consecuencias por todos conocidas son una ciudad contaminada, una ciudad con “guettos”, una ciudad con vías congestionadas, una ciudad donde sus habitantes deben recorrer grandes distancias para llegar a sus lugares de trabajo y de estudio. En resumen, una ciudad donde vivir se hace desagradable.
La densificación, tal cual se está implementando en nuestra Comuna, está creando serios problemas colaterales, a saber: la aparición inorgánica de edificios, las casas isla y las casas con conos de sombra, los desplazamientos de la población más carenciada hacia la periferia, el colapso del equipamiento urbano y los servicios públicos.
Frente a esta situación se hace necesario crear normativas legales y reglamentarias que vayan en las siguientes direcciones, algunas de carácter local, otras de carácter regional y otras de carácter nacional. Entre estas podemos señalar:
Congelar el crecimiento de Santiago hacia la precordillera y hacia el cordón agrícola.
Sacar de la cuenca de Santiago todas las industrias que contaminen el aire, el agua y/o produzcan altos niveles de ruido.
Densificar en paños de terreno lo suficientemente grandes para evitar conos de sombra y casas isla, debiendo medirse los impactos ambientales que creen estas edificaciones y permitiendo la existencia de amplias áreas verdes. Debemos construir en una unidad básica no menor a una manzana, de tal forma de provocar grupos armónicos de viviendas, con parques y estacionamientos suficientes, cuidando además las externalidades que se generen en relación a las manzanas circundantes y a la vialidad. Esto evitará, además, el uso de los subsuelos vecinos en forma arbitraria.
Debemos densificar, sí, pero no de cualquier forma y a cualquier precio, confiando en las bondades del mercado.
Construir grupos de viviendas y equipamiento urbano para los grupos socioeconómicos más carenciados, a la par que para los sectores más pudientes, buscando producir la integración social. Deberemos construir en Ñuñoa viviendas sociales para los hijos de los ñuñoínos pobres y para aquellos que deban abandonar sus viviendas sociales o de autoconstrucción para remodelar sectores. No es aceptable que en Ñuñoa solo se construya hasta para los grupos socioeconómicos C2. Respecto a esto debe haber una solución y hemos escuchado a nuestro Alcalde que está receptivo a este problema.
Gran importancia deberá darse a la constructibilidad de los terrenos, en beneficio de las áreas verdes, los estacionamientos y los factores de vida comunitaria asociados.
Debemos mejorar el equipamiento de servicios públicos en la Comuna, lo que implica una mejora en mayor calidad y equiparidad en los Consultorios y Colegios, con el fin de evitar la inducción a viajes innecesarios, logrando que los pacientes y los estudiantes permanezcan en Ñuñoa, cerca de sus casas, buscando descomprimir al máximo las vías y los servicios de locomoción. También requerimos aumentos de dotación en materia de seguridad. Sin esto no es aceptable seguir aumentando nuestra población, ya que no aseguraremos una mejor calidad de vida.
Considerando que el desarrollo urbano que se está realizando hoy en la mayoría de los casos es legal, exigimos los cambios legales que se requieren para que estas medidas puedan aplicarse, pidiendo el concurso de las autoridades del sector vivienda, parlamentarias, municipales, de salud ambiental, salud primaria y educación.
En relación al Plano Regulador de Ñuñoa, éste debe reestudiarse, por lo que se hace necesario que Ud., señor Alcalde, ponga en aplicación el artículo 117 de la Ley General de Urbanismo y Construcciones que permite congelar los permisos de construcción hasta por un plazo de un año, tiempo en el cual debería consensuarse e implementarse una solución para Ñuñoa que compatibilice los intereses urbanísticos de los vecinos con la densificación y renovación necesaria en la Comuna. Paralelamente deberá actualizarse el Plan de Desarrollo Comunal. En todas estas materias es indispensable escuchar la voz de la comunidad, que es la mayor interesada en nuestro progreso.
Nos alegramos haber escuchado de boca de nuestro Alcalde su preocupación por la liberalidad con que se otorgan algunos permisos de construcción y la circunstancia de edificios que liquidan un barrio. Bienvenidas serán aquellas constructoras que respeten a los vecinos en cuanto a límites de ruido, polvo, limpieza de calles, reparación de pavimentos destruidos, cumplimiento de horarios y mitigación de las externalidades que provocan. Esto requiere una efectiva fiscalización por parte del municipio.
Es urgente la creación de una Corporación de Desarrollo Urbano de Ñuñoa, con integración de la comunidad, que permita gestionar, con agilidad operativa, proyectos de interés comunal en el área inmobiliaria y vial, incentivando a las inmobiliarias a trabajar en coordinación con esta Corporación.
Si en definitiva es verdad que son más los puntos de encuentro que los de desencuentro, pongamos desde mañana mismo en práctica estas proposiciones y permitamos una permanente participación de los vecinos para hacer de nuestra Comuna un lugar cada vez mejor para vivir, con respeto a nuestra vida de barrio, tan apreciada por quienes hemos vivido desde siempre en Ñuñoa.
Muchas gracias.
Señor Alcalde. Señoras Concejalas. Señores Concejales. Vecinos de Ñuñoa.
La Unión Comunal de Juntas de Vecinos ha venido escuchando las diferentes consideraciones de nuestros vecinos sobre el Plan Regulador de Ñuñoa desde hace largo tiempo. Es así que ha llegado a un acuerdo unánime que deseamos resumir en el breve espacio de tiempo disponible.
Durante las últimas décadas Santiago se ha ido “comiendo” terrenos agrícolas y precordilleranos y los montes de nuestro entorno no tienen casi árboles. Los ñuñoínos vivimos en un valle encerrado que impide una adecuada ventilación y que nos tiene asfixiados por la contaminación de su aire. El tránsito de las comunas vecinas y ocasionales avalanchas de agua y lodo son un precio duro de pagar.
Las políticas de Vivienda para el Gran Santiago han ido por el lado de crear zonas de expansión urbana y densificar, lo que favorece el aumento explosivo de la población. Todo esto entregado exclusivamente al mercado.
Las consecuencias por todos conocidas son una ciudad contaminada, una ciudad con “guettos”, una ciudad con vías congestionadas, una ciudad donde sus habitantes deben recorrer grandes distancias para llegar a sus lugares de trabajo y de estudio. En resumen, una ciudad donde vivir se hace desagradable.
La densificación, tal cual se está implementando en nuestra Comuna, está creando serios problemas colaterales, a saber: la aparición inorgánica de edificios, las casas isla y las casas con conos de sombra, los desplazamientos de la población más carenciada hacia la periferia, el colapso del equipamiento urbano y los servicios públicos.
Frente a esta situación se hace necesario crear normativas legales y reglamentarias que vayan en las siguientes direcciones, algunas de carácter local, otras de carácter regional y otras de carácter nacional. Entre estas podemos señalar:
Congelar el crecimiento de Santiago hacia la precordillera y hacia el cordón agrícola.
Sacar de la cuenca de Santiago todas las industrias que contaminen el aire, el agua y/o produzcan altos niveles de ruido.
Densificar en paños de terreno lo suficientemente grandes para evitar conos de sombra y casas isla, debiendo medirse los impactos ambientales que creen estas edificaciones y permitiendo la existencia de amplias áreas verdes. Debemos construir en una unidad básica no menor a una manzana, de tal forma de provocar grupos armónicos de viviendas, con parques y estacionamientos suficientes, cuidando además las externalidades que se generen en relación a las manzanas circundantes y a la vialidad. Esto evitará, además, el uso de los subsuelos vecinos en forma arbitraria.
Debemos densificar, sí, pero no de cualquier forma y a cualquier precio, confiando en las bondades del mercado.
Construir grupos de viviendas y equipamiento urbano para los grupos socioeconómicos más carenciados, a la par que para los sectores más pudientes, buscando producir la integración social. Deberemos construir en Ñuñoa viviendas sociales para los hijos de los ñuñoínos pobres y para aquellos que deban abandonar sus viviendas sociales o de autoconstrucción para remodelar sectores. No es aceptable que en Ñuñoa solo se construya hasta para los grupos socioeconómicos C2. Respecto a esto debe haber una solución y hemos escuchado a nuestro Alcalde que está receptivo a este problema.
Gran importancia deberá darse a la constructibilidad de los terrenos, en beneficio de las áreas verdes, los estacionamientos y los factores de vida comunitaria asociados.
Debemos mejorar el equipamiento de servicios públicos en la Comuna, lo que implica una mejora en mayor calidad y equiparidad en los Consultorios y Colegios, con el fin de evitar la inducción a viajes innecesarios, logrando que los pacientes y los estudiantes permanezcan en Ñuñoa, cerca de sus casas, buscando descomprimir al máximo las vías y los servicios de locomoción. También requerimos aumentos de dotación en materia de seguridad. Sin esto no es aceptable seguir aumentando nuestra población, ya que no aseguraremos una mejor calidad de vida.
Considerando que el desarrollo urbano que se está realizando hoy en la mayoría de los casos es legal, exigimos los cambios legales que se requieren para que estas medidas puedan aplicarse, pidiendo el concurso de las autoridades del sector vivienda, parlamentarias, municipales, de salud ambiental, salud primaria y educación.
En relación al Plano Regulador de Ñuñoa, éste debe reestudiarse, por lo que se hace necesario que Ud., señor Alcalde, ponga en aplicación el artículo 117 de la Ley General de Urbanismo y Construcciones que permite congelar los permisos de construcción hasta por un plazo de un año, tiempo en el cual debería consensuarse e implementarse una solución para Ñuñoa que compatibilice los intereses urbanísticos de los vecinos con la densificación y renovación necesaria en la Comuna. Paralelamente deberá actualizarse el Plan de Desarrollo Comunal. En todas estas materias es indispensable escuchar la voz de la comunidad, que es la mayor interesada en nuestro progreso.
Nos alegramos haber escuchado de boca de nuestro Alcalde su preocupación por la liberalidad con que se otorgan algunos permisos de construcción y la circunstancia de edificios que liquidan un barrio. Bienvenidas serán aquellas constructoras que respeten a los vecinos en cuanto a límites de ruido, polvo, limpieza de calles, reparación de pavimentos destruidos, cumplimiento de horarios y mitigación de las externalidades que provocan. Esto requiere una efectiva fiscalización por parte del municipio.
Es urgente la creación de una Corporación de Desarrollo Urbano de Ñuñoa, con integración de la comunidad, que permita gestionar, con agilidad operativa, proyectos de interés comunal en el área inmobiliaria y vial, incentivando a las inmobiliarias a trabajar en coordinación con esta Corporación.
Si en definitiva es verdad que son más los puntos de encuentro que los de desencuentro, pongamos desde mañana mismo en práctica estas proposiciones y permitamos una permanente participación de los vecinos para hacer de nuestra Comuna un lugar cada vez mejor para vivir, con respeto a nuestra vida de barrio, tan apreciada por quienes hemos vivido desde siempre en Ñuñoa.
Muchas gracias.
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